El tratamiento no suele causar dolor, por lo que generalmente se aplica sin anestesia.
Los distintos tipos de celulitis son tratados de manera particular dependiendo de sus características, las cuales determinan la profundidad en la que se aplica la radiofrecuencia.
Con la radiofrecuencia se puede tratar el drenaje linfático, permitiendo disminuir los líquidos y las toxinas en las que se encuentran embebidos los adipocitos del tejido afectado por celulitis. También se logra un aumento en la circulación de la zona que permite mejorar el metabolismo tanto del tejido graso subcutáneo como del aspecto de la piel acompañante.
En consecuencia, se consigue la formación de nuevo colágeno, tanto en la piel como en el tejido subcutáneo, permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza gracias a la reorganización de los septos fibrosos y engrosamiento dérmico suprayacente, dando como resultado un rejuvenecimiento de la zona tratada.
El Dr. Jorge Urenda recomienda y hace hincapié en que estos tratamientos de radiofrecuencia sean realizados por personal debidamente entrenado, con conocimiento y experiencia, y con productos aprobados por la FDA y otras asociaciones científicas reconocidas internacionalmente.
Con la radiofrecuencia se consigue:
Reducir la laxitud facial y la de otras zonas del cuerpo.
Mejorar la circulación en la zona tratada.
Activar la formación de nuevo colágeno.
Rejuvenecer la zona tratada.